Empatiroideos. Adictos al T3/T4

No eres lo que padeces

Querido diario: voy a domar a una bestia — 18 May, 2015

Querido diario: voy a domar a una bestia

Seguramente muchxs de ustedes han sentido que el Hipo, ese conjunto de síntomas y malestares, esa bestia peluda y gruñona, toma control, los deja con la sensación de que hay mucho qué hacer y que el asunto no tiene pies ni cabeza. Pero ¿saben qué?  ¡Hora del ultimatum!

Como dicen en mi tierra: ¡Ya estuvo!

En serio, ustedes elijan el día, la hora y la fecha del duelo.

Vamos a domar a la bestia.

Imagen tomada de Starlock

Consigan una libretita. No cualquier libreta, una muy bonita, pequeña, para llevarla a todas partes, y que les provoque ganas de escribir en ella.

Elijan una pluma de su color favorito y anoten:

– Fecha.

– Cuántas horas dormimos y si dormimos bien o mal.

– Dosis y hora de la dosis.

– Todo lo que comemos en el día (especificando la hora de cada comida, las porciones, los pequeños pecaditos, los lujitos, si tomamos agua, cuánta agua tomamos, etcétera).

Vamos a ser MUY honestxs.

– Si toman alguna otra medicina, también anótenla, con la hora.

Ahora, con un colorito diferente anoten cómo se sienten: si les dolió la cabeza, si tuvieron neblina mental, ansiedad, insomnio, si les dolió el estómago, en fin, cada detalle)

Si hicieron algo diferente ese día (ejercicio, si estuvieron activxs o inactivxs) también anótenlo.

Este es su diario domador de bestias indeseables.

Este es mi diario doma-bestias
Les presento mi diario doma-bestias

¿Para qué sirve?

Primero, para conocerse. A lo largo de unas cuantas semanas, van a empezar a notar qué comen, en qué cantidad, qué cosas les hacen sentir bien o mal, y a qué hora se sienten mejor.

En segundo lugar, van a darse cuenta de ciertos patrones. Por ejemplo, tal vez descubran que los días que duermen 8 horas, en lugar de 6 o 7, se sienten mejor.

En tercer lugar, esto será muy útil cuando consulten a su médico, pues tendrán información precisa y fundamentada.

  • Sean honestos. No dejen fuera los bocadillos o aquellas cosas de las que no se sientan orgullosos. Es su diario, nadie los va a juzgar. Además somos humanos, es lógico que nos demos algunos gustos de vez en cuando.
  • Sean constantes. Esto no quiere decir que se obsesionen anotando durante meses y meses. Unas semanas son suficientes. Si olvidaron anotar un día, no se angustien, no van a obtener una mala nota y yo no le diré a nadie.
  • Mientras más información tengan, es más probable que identifiquen cosas valiosas que tal vez han pasado por alto.

Las recompensas

La recompensa más valiosa es que van a recuperar el control.

Recuperar el control les ayudará a tomar mejores decisiones.

¡La información que obtengan es oro!

Un par de ejemplos:

A las 5 de la tarde era La Hora Feliz, pues me atacaba la neblina mental y, cual salida de un bar 2X1, era incapaz de leer, concentrarme, o realizar cualquier actividad mental.

Así que la convertí en La Hora del Disfrute, y en lugar de frustrarme, decidí no malgastar mi tiempo sufriendo, es mejor gozar.

Entonces, es la hora en la que me tomo un té, me estiro, respiro, me relajo, aprieto una pelotita antiestrés, remojo mis piecitos, le llamo a alguien con quien quiero charlar, escucho música, me doy un masajito… en fin, ¡a pasarla rico!

Les comparto una imagen de mi diario, por si quieren darse una idea de cómo llevarlo:

Las gotitas representan cada vaso de agua que tomé ese día.
Las gotitas representan cada vaso de agua que tomé ese día. (Hagan de cuenta que tengo letra bonita)

Descubrí también, que cuando comía una golosina antes de la comida, me dolía la cabeza.

La verdad, extraño mucho mis golosinas (¡sniff!), pero sé que ahora puedo elegir, conociendo exactamente la consecuencia: me como un dulcecito, me duele la cabeza y si lo hago, es porque estoy dispuesta a pagar ese precio.

Aunque me cueste trabajo, si me dan a elegir entre la golosina y sentirme bien, el 99% de las veces (les recuerdo que somos humanos) elegiré sentirme bien.

La diferencia es que se ha convertido en una decisión.

¿Están listos para domar a la bestia?

Top 5: El ciclo del Empatiroideo buena onda. — 4 May, 2015

Top 5: El ciclo del Empatiroideo buena onda.

¿Les parece familiar?

Ciclo Mala Onda
Ciclo Mala Onda

Yo le llamo el ciclo mala onda, y ¿saben cuánto tiempo dura? Bueno, eso lo deciden ustedes.

En mi caso, el asunto fue más o menos así:

Cómo me atoré en la mala onda

La etapa de Depresión masiva duró un par de años. Vaya si hago la suma, tardé 3 1/2 años en asumir esta nueva condición y hacer algo.

¿Cómo se rompe ese ciclo cochino, apestoso, malvado y horrible?

Considerando que somos y sentimos de forma diferente… Solo puedo decirles cómo fue para mí, cruzar los dedos (o poner chonguitos, como decimos en mi pueblo) y desear muy fuerte que a alguno de ustedes les sirva.

Actitud correcta. Primero, dejé de enojarme conmigo. NO es mi culpa. Yo NO soy esto.

Esto es lo que creo que sucede cuando nos enojamos con el Hipotiroidismo:

voodoo-doll HIPO1

Vamos, la imagen es obvia: lo pinchas y, ¿a quién crees que le duele?

Entonces, si yo no soy esto, si no es mi culpa y no soy lo que padezco, ¿para qué rayos vivir encabronad@? ¡No!

Aunque suene como monje shaolín: el Hipo no te controla, TU controlas al Hipo. ¿Cómo? Deja de culparte, deja de enojarte, deja de quejarte, agarra ese cuerpo tuyo (que es el único que tienes) y toma control de él, es tuyo.

La hueva horrible, la ‘neblina mental’, los dolores, los malestares, todo es tuyo y por lo tanto TU, ama y señora (o amo y señor) de tu cuerpo, de ese conjunto sexy de personalidad, emociones y cuerpo, SU REAL Y ABSOLUTA MAJESTAD, tome posesión de su reino y arregle sus asuntos, que hay mucho por hacer.

Ahora, cada elemento siguiente debe incluir la actitud correcta.

Ciclo buena onda1

Actividad adecuada. Es un hecho que tenemos días en que nos sentimos decrépitos, por eso nadie está esperando que corras un maratón (y si alguien espera eso de tí, mándalos por un tubo, lo harás cuando se te de tu regalada gana).

Sería una hipócrita si les dijera que soy super deportista. La verdad, no. Pero sí noto que los días que levanto el trasero y hago cosas, ninguna de ellas en el gimnasio, por cierto, duermo mejor.

Recuerden: la actividad física activa los músculos, y si aumentamos nuestra masa muscular, aunque sea poquito, nos vamos a sentir mejor: el músculo ayuda a mantener la energía y quema más calorías (por eso en la entrada anterior hablábamos de incluir proteínas con cada alimento).

¿A qué me refiero con actividad física? A todo aquello que los levante del sillón, les despeje la mente y les haga felices.

Si no les gusta correr (como a mí), ¡no lo hagan! En serio, nadie les va a poner tache, y yo prometo no decirle a nadie. Busquen una actividad que en serio les guste (sí, incluso sexo)  y empiecen poquito a poquito, pero sean realistas.

Si quieren esto:

¡¡Vayan a ver una peli o la TV!!

Claro, podrían, si tienen voluntad de acero, mucho tiempo libre y una buena lana para el gym…

Pero no, los mortales, como yo, encontramos actividades simples, sencillas y gratificantes (desde yoga weeee, hasta macuernas mientras ves una peli, estiramientos, el quehacer, un bailecito frente al PS3, el XBOX o alredor de un árbol, pasear a tu perro hiperactivo, caminar por un lugar muy bonito, etc. etc.).

Alimentación disciplinada. Ni modo chicas y chicos, esto no es negociable. La buena noticia es que, si la actitud es correcta, la alimentación se convierte en un campo a explorar. Les recuerdo, no se trata de tortura, sino de elevar su calidad de vida. Prueben, exploren, y anoten.

Un ejercicio sencillo. Tomen un cuadernito y hagan un mini diario. Anotan pastilla, comidas, si toman agua, cantidades, hora de cada uno y cómo se sienten. Dos semanas.

Un día les comparto mi diario, para que vean lo que descubrí.

Sueño sagrado. Les recuerdo que cada punto va pegadito con la actitud correcta. Antes del Hipo, algunos estábamos acostumbrados a hacer mil cosas a la vez. De pronto, nos topamos con un mundo gelatinoso y pegajoso en cámara leeeeeeeeenntaaaaaaa… Olvidamos cosas, tartamudeamos, nos distraemos, nos cuesta trabajo enforcarnos. Sí, es frustrante, sobre todo para quienes vivíamos a velocidad ardilla.

Lo cierto, es que podemos amortiguar un poco si dormimos bien (pues alguien con Hipo requiere más horas de sueño) y nos tenemos paciencia (actitud correcta). La ‘neblina mental’, ese estado de embriaguez que nos hace sentir como seres unicelulares, se reduce si dormimos bien. El dolor muscular o en las coyunturas a veces también se reduce durmiendo bien.

Vaya, el sueño es SAGRADO.

Aceptación. El Hipo es una condición con la que viviremos el resto de nuestras vidas. Cómo la vamos a vivir es decisión de cada un@. Lo que debemos tener MUY MUY MUY MUY claro es que, no vamos a tener un premio al final.

La única retribución es la de notar la diferencia entre la mala vida y sus ciclos Mala Onda y la Buena Onda en la que podemos vivir bien. Para ello hay que ser unos maestrazos en el arte de la paciencia y la constancia. Vamos a dominar el arte de invertir acciones DIARIAS para estar BIEN.

Recuerden que tardarán unas semanitas en notar lo que han hecho el día de hoy.

¿Listxs para ser unos fregones?