Empatiroideos. Adictos al T3/T4

No eres lo que padeces

Cinco cosas que NO debes decirle a un hipotiroideo — 14 May, 2015

Cinco cosas que NO debes decirle a un hipotiroideo

«Ojos que no ven, corazón que no siente» Como sucede con muchas enfermedades que no tienen una manifestación visible, las personas a nuestro alrededor tienden a pasar por alto que vivimos con ciertas limitaciones, y por ende, algunos comentarios superficiales se deslizan involuntariamente en su discurso.

Pareciera haber una conjura universal entre seres humanos para repetir periquescamente ciertas frases que atribuimos a una mera falta de… conocimiento. Por eso, decidimos consultar con varios pacientes hipotiroideos para saber cuáles son los comentarios más comunes que surgen de un corazón que no siente.

No me jodas falta imaginacion

Siempre estás cansad@

Tomando en cuenta que la tiroides es parte del sistema endócrino (ese que los profes se saltan en la primaria), que está conformado por glándulas relacionadas entre sí (la pituitaria, pineal, paratiroides, adrenales, supradrenales, pancreas, ovarios y testículos) para la producción de hormonas que sirven para (tomemos aire): regular la temperatura del cuerpo (hipotálamo), regular el crecimiento (pituitaria-hipotálamo), controlar la función sexual, controlar la pérdida de líquidos en los riñones, secretar hormonas para parir o producir leche (claro, en las mujeres), desarrollar el cerebro, los huesos (en niños), controlar la presión sanguínea, la digestión, el tono muscular, regular los niveles de calcio, regular el balance de agua y sal en el cuerpo, comunicarse con el sistema inmune, secretar adrenalina cuando estamos estresados, ayudar a la producción de melatonina para poder dormir, regular el nivel de glucosa en la sangre…

Vaya, es un sistema, no es una cosita aislada que se descompone y ni modo, sino que todo está interconectado.

Ama a tu Hipo: Por ejemplo, imagina que al teclado de tu computadora se le cae una tecla, lo repones, y listo. Pero si le pega un virus, se hace más lenta, algunos programas no funcionan, te cierra ventanas a lo loco, se sobrecalienta… Ahora imagina que en lugar de darle mantenimiento le dices: es que siempre estás cansada… ¿Tiene sentido?

Estas gord@

Nuestro cuerpo es nuestra única posesión en esta tierra. Dejemos algo muy claro: si te metes con el cuerpo o la apariencia de un Hipo, no solo eres groser@, sino ignorante: ignorante de cómo funciona el cuerpo humano.

En el punto anterior establecimos que se trata de un problema a nivel de sistema, y que cuando una función se ve afectada, se altera todo el equilibrio.

Criticar a alguien con hipotiroidismo porque está gordo, llegados a este punto, es como criticar a alguien en silla de ruedas por no caminar.

Lo único que consiguen este tipo de comentarios es generar enojo, frustración y tristeza.

Enojo, porque tú no vives en su cuerpo. Vamos a establecer un límite necesario: si no es tu cuerpo, no tienes por qué apropiarte de algo que no es tuyo.

Frustración porque, aunque hay varias cosas qué hacer para mantener un peso saludable, requieren esfuerzos y tiempos mayores que los que requiere un cuerpo sano.

Tristeza… Es obvio, pero lo mencionaré: lo que necesitamos es una red de apoyo, no un crítico.

¿Otra vez te sientes mal?

No, nos sentimos mal otra vez, probablemente nos sentimos mal todavía. Hay que entender que es una condición de por vida, en la que diariamente vamos a invertir esfuerzos para lograr y mantener el bienestar.

Si quieres comprender lo que es sentirse mal todavía imagina que tu novi@ te acaba de botar, que estás borracho todo el tiempo y que, además, llevas un saco de papas a cuestas.

Ahora, intenta hacer tu vida mientras te preguntan: ¿otra vez te sientes mal?

Todo es mental/ Es psicológico

¿Todo? ¿En serio, todo? De acuerdo con algunos defensores de pacientes con hipotiroidismo como ThyroidChange, HypothyroidMom y Sarah Wilson, esta condición puede manifestar alrededor de 300 síntomas diferentes.

Si quieres apoyar a tu Hipo favorit@, jamás de los jamases le digas que todo está en su mente. En nuestra mente suele haber preocupaciones, excesivas tal vez, pero no síntomas.

A veces me levanto con el pie izquierdo completamente engarrotado y camino con la elegancia de Igor. Si quisiera inventarme algo, me inventaría algo padre, no algo que me provoque dolor.

Por cierto, Martin Alan Feldman padecía de Enfermedad de Graves

Estás exagerando

Supongamos que te dejó tu novi@, el mero bueno, el amor de tu vida. Esto, evidentemente, te deja con el corazón roto y provocará todo tipo de manifestaciones. ¿Crees que manifestar tu dolor es exagerado?

Supongamos que perdiste el trabajo, donde estabas cómodo, ganabas bien. Agregamos a esto la responsabilidad que tienes con tu familia, tus gastos, etcétera. Probablemente, y aunque no se note, te sientes terrible. Si alguien te dijera que estás exagerando, muy probablemente te enojarías. ¿O no?

Ahora, supongamos que te informan que tienes una enfermedad crónica y que tu vida y tus hábitos deben cambiar para siempre, que probablemente algunas personas se alejen porque no te comprenden, que tal vez durante un tiempo no rindas en el trabajo porque te sientes mal, e incluso tengas que dejarlo.  ¿Cuánto tiempo tardarás en asimilarlo? ¿Puedes seguir como si nada?

Espera, olvidas tu saco de papas...
Espera, olvidas tu saco de papas…

El hecho de que las situaciones anteriores no sean visibles para los demás, no las hacen menos reales.

De hecho, creo que los Hipos a veces invertimos más tiempo y energía tratando de estar bien para evitar estos comentarios y evitarle preocupaciones a otros, que para mejorar nuestra calidad de vida, y eso no está bien.

Recuerden, hacemos una inversión diaria para sobrellevar una condición cuya única recompensa es vivir bien, y parte de ello es evitar comentarios nocivos, atesorar a las personas que nos aman y aceptar su apoyo incondicional, pues ellos son los ojos que nos ven y los corazones que nos sienten.


* Un agradecimiento especial a las personas del grupo de Facebook que contribuyeron a la elaboración de esta entrada. ¡Son un amor!

Top 5: El ciclo del Empatiroideo buena onda. — 4 May, 2015

Top 5: El ciclo del Empatiroideo buena onda.

¿Les parece familiar?

Ciclo Mala Onda
Ciclo Mala Onda

Yo le llamo el ciclo mala onda, y ¿saben cuánto tiempo dura? Bueno, eso lo deciden ustedes.

En mi caso, el asunto fue más o menos así:

Cómo me atoré en la mala onda

La etapa de Depresión masiva duró un par de años. Vaya si hago la suma, tardé 3 1/2 años en asumir esta nueva condición y hacer algo.

¿Cómo se rompe ese ciclo cochino, apestoso, malvado y horrible?

Considerando que somos y sentimos de forma diferente… Solo puedo decirles cómo fue para mí, cruzar los dedos (o poner chonguitos, como decimos en mi pueblo) y desear muy fuerte que a alguno de ustedes les sirva.

Actitud correcta. Primero, dejé de enojarme conmigo. NO es mi culpa. Yo NO soy esto.

Esto es lo que creo que sucede cuando nos enojamos con el Hipotiroidismo:

voodoo-doll HIPO1

Vamos, la imagen es obvia: lo pinchas y, ¿a quién crees que le duele?

Entonces, si yo no soy esto, si no es mi culpa y no soy lo que padezco, ¿para qué rayos vivir encabronad@? ¡No!

Aunque suene como monje shaolín: el Hipo no te controla, TU controlas al Hipo. ¿Cómo? Deja de culparte, deja de enojarte, deja de quejarte, agarra ese cuerpo tuyo (que es el único que tienes) y toma control de él, es tuyo.

La hueva horrible, la ‘neblina mental’, los dolores, los malestares, todo es tuyo y por lo tanto TU, ama y señora (o amo y señor) de tu cuerpo, de ese conjunto sexy de personalidad, emociones y cuerpo, SU REAL Y ABSOLUTA MAJESTAD, tome posesión de su reino y arregle sus asuntos, que hay mucho por hacer.

Ahora, cada elemento siguiente debe incluir la actitud correcta.

Ciclo buena onda1

Actividad adecuada. Es un hecho que tenemos días en que nos sentimos decrépitos, por eso nadie está esperando que corras un maratón (y si alguien espera eso de tí, mándalos por un tubo, lo harás cuando se te de tu regalada gana).

Sería una hipócrita si les dijera que soy super deportista. La verdad, no. Pero sí noto que los días que levanto el trasero y hago cosas, ninguna de ellas en el gimnasio, por cierto, duermo mejor.

Recuerden: la actividad física activa los músculos, y si aumentamos nuestra masa muscular, aunque sea poquito, nos vamos a sentir mejor: el músculo ayuda a mantener la energía y quema más calorías (por eso en la entrada anterior hablábamos de incluir proteínas con cada alimento).

¿A qué me refiero con actividad física? A todo aquello que los levante del sillón, les despeje la mente y les haga felices.

Si no les gusta correr (como a mí), ¡no lo hagan! En serio, nadie les va a poner tache, y yo prometo no decirle a nadie. Busquen una actividad que en serio les guste (sí, incluso sexo)  y empiecen poquito a poquito, pero sean realistas.

Si quieren esto:

¡¡Vayan a ver una peli o la TV!!

Claro, podrían, si tienen voluntad de acero, mucho tiempo libre y una buena lana para el gym…

Pero no, los mortales, como yo, encontramos actividades simples, sencillas y gratificantes (desde yoga weeee, hasta macuernas mientras ves una peli, estiramientos, el quehacer, un bailecito frente al PS3, el XBOX o alredor de un árbol, pasear a tu perro hiperactivo, caminar por un lugar muy bonito, etc. etc.).

Alimentación disciplinada. Ni modo chicas y chicos, esto no es negociable. La buena noticia es que, si la actitud es correcta, la alimentación se convierte en un campo a explorar. Les recuerdo, no se trata de tortura, sino de elevar su calidad de vida. Prueben, exploren, y anoten.

Un ejercicio sencillo. Tomen un cuadernito y hagan un mini diario. Anotan pastilla, comidas, si toman agua, cantidades, hora de cada uno y cómo se sienten. Dos semanas.

Un día les comparto mi diario, para que vean lo que descubrí.

Sueño sagrado. Les recuerdo que cada punto va pegadito con la actitud correcta. Antes del Hipo, algunos estábamos acostumbrados a hacer mil cosas a la vez. De pronto, nos topamos con un mundo gelatinoso y pegajoso en cámara leeeeeeeeenntaaaaaaa… Olvidamos cosas, tartamudeamos, nos distraemos, nos cuesta trabajo enforcarnos. Sí, es frustrante, sobre todo para quienes vivíamos a velocidad ardilla.

Lo cierto, es que podemos amortiguar un poco si dormimos bien (pues alguien con Hipo requiere más horas de sueño) y nos tenemos paciencia (actitud correcta). La ‘neblina mental’, ese estado de embriaguez que nos hace sentir como seres unicelulares, se reduce si dormimos bien. El dolor muscular o en las coyunturas a veces también se reduce durmiendo bien.

Vaya, el sueño es SAGRADO.

Aceptación. El Hipo es una condición con la que viviremos el resto de nuestras vidas. Cómo la vamos a vivir es decisión de cada un@. Lo que debemos tener MUY MUY MUY MUY claro es que, no vamos a tener un premio al final.

La única retribución es la de notar la diferencia entre la mala vida y sus ciclos Mala Onda y la Buena Onda en la que podemos vivir bien. Para ello hay que ser unos maestrazos en el arte de la paciencia y la constancia. Vamos a dominar el arte de invertir acciones DIARIAS para estar BIEN.

Recuerden que tardarán unas semanitas en notar lo que han hecho el día de hoy.

¿Listxs para ser unos fregones?